PANCHO
DELGADO

Músico y
Compositor

Mi padre soñaba con que yo fuera un gran jugador de fútbol, algo parecido a cualquiera de los jugadores de moda de aquella época: Butragueño, Hugo Sánchez, Maradona… en fin, cualquier estrella del firmamento del esférico. Me apuntó al equipo de fútbol del pueblo: El Club Deportivo Marino, pero pronto, vieron que mis dotes futbolísticas se decantaban por estar bajo los palos: guantes y pantalón con protecciones para las caídas para detener aquel balón que iría directo a la escuadra. Pero las uñas, que ya empezaba a dejarme crecer para tocar la guitarra y los guantes de portero, eran totalmente incompatibles. Música 1 – 0 Fútbol.

Treinta años después, me planteo la idea de llevar a cabo, mediante una lucha quijotesca, el adoctrinamiento musical de mis hijos: listas de reproducción de The Beatles (todo el que me conoce, sabe de mi absoluta pasión por Los Cuatro de Liverpool), Michael Jackson, los divertidos vídeos de Bruno Mars… es más, sesiones de viaje en coche con temas de mi discografía: Alma de Bolero, con las canciones “Se me va”, “Eso nomás”, “Dueño de nada”; también Mestisay y canciones como “La Rosa de Los Vientos”, “En Busca de Valentina”… Te prometo, de verdad, que cantábamos todas y cada una de las canciones: todos a coro, forzando en los estribillos hasta llegar a la última nota.

Conseguí que Alejandro, mi hijo mayor, con apenas 7 años, dijera nada más entrar en el coche: “Mamá, por favor, ¿puedes poner “I am the walrus” (temazo de The Beatles, autoría de Lennon). Imagínate, mis hijos estaban navegando en esas sonoridades idílicas del plan de enamoramiento que fragüé.

Un buen día, Alejandro llegó del colegio alucinando con unas melodías que había escuchado en el Ipad de clase: ¡Papá, papá!, ¡tienes que escuchar esto! Teclea www.youtube.com, seguido hits del rock de los ´80 y ahí, empieza a mirarme con ojos de inventor desquiciado que lleva años buscando su Santo Grial. Empieza a sonar “Sweet child of mine” del grupo Guns and Roses y se pone a hacer como si tuviera entre sus brazos, la guitarra eléctrica del propio Slash (guitarrista del mítico grupo), pero no una réplica, copia exacta del mismo modelo o parecida, no, no, no, de eso nada, tendría la guitarra que el mismísimo Slash le habría regalado en ese momento de éxtasis sonoro. Mi voluntad y The Beatles 0 – 1 La música, su música, la guitarra eléctrica y el Rock.

Con este post, mi objetivo ha sido reflexionar sobre la grandeza que alcanza la música en momentos determinados. A pesar de intentar trazarle, a mi hijo, un camino, una estrategia para diseñar el ecosistema sonoro en el que quisiera que creciera y se desarrollara musicalmente hablando, la música es quien elige, sin ni siquiera saberlo nosotros mismos. Es capaz de trazar otras líneas, de sabotear proyectos celosamente diseñados, dibujando otros mapas, alterando la ruta deseada, burlando hasta el mejor plan diseñado por un padre. ¿Por qué? Porque cuando alguien es tocado por la varita mágica de la Diosa Fortuna, automáticamente es bendecido con ese don, ese preciado tesoro que nada ni nadie puede comprar; un bien inmaterial del que solo unos pocos son poseedores: el don de emocionar.

Share this post

Recent Posts

About

PANCHO
DELGADO

Compositor, multiinstrumentista y productor.
Maestro Especialista en Educación Musical por La Universidad de La Laguna.

Songwriter, multi instrumentalist and Producer. Musical Education Specialized Teacher (La Laguna University).

Newsletter

Subscribe for our monthly newsletter to stay updated

Related Posts

PANCHO DELGADO

Compositor, multiinstrumentista y productor. Maestro Especialista en Educación Musical por La Universidad de La Laguna.

Songwriter, multi instrumentalist and Producer. Musical Education Specialized Teacher (La Laguna University).